Los plásticos rígidos como el ABS, el policarbonato (nombre comercial Lexan) y los materiales acrílicos como el Plexiglass pueden ser muy sensibles a disolventes corrosivos tales como el tolueno, el xileno y la acetona. Los disolventes a base de alcoholes e hidrocarburos suelen ser la mejor opción en plásticos sensibles. Las juntas o sellados de goma, silicona y otros tipos de materiales elastoméricos (blandos) tienden a hincharse o contraerse por la exposición a disolventes corrosivos. Una vez que el disolvente se seque, es posible que recuperen su medida original o sufran un cambio permanente, lo que impactará en la efectividad del sellado. Los materiales de juntas a base de poliéster o teflón son menos propensos a este tipo de daño de los disolventes corrosivos.