Los componentes de los desengrasantes varían ampliamente según el producto. En términos generales, se dividen en 2 categorías: 1) limpiadores disolventes, que incluyen alcoholes (como el alcohol isopropílico y el alcohol etílico), hidrocarburos (como el heptano y los alcoholes minerales) cetonas (como la acetona y el xileno) y otras mezclas y compuestos exóticos. 2) limpiadores a base agua, que incluyen ingredientes disueltos o mezclados con agua. El más apropiado para cada aplicación depende del tipo de suelo y varios requisitos tales como el rendimiento, la tasa de evaporación, los límites de toxicidad y las regulaciones ambientales.