Lo crea o no, la forma de sostener el frasco puede marcar una gran diferencia en cuanto a la facilidad con la que se retira la máscara curada. Muchos operadores sostienen el frasco en un ángulo de 90° mientras arrastran la punta dispensadora por la zona que están enmascarando. Esto suele forzar la máscara a través de las pistas y causa tres posibles problemas:
- La máscara tiende a pegarse en el interior de los agujeros pasantes, y puede empujar el otro lado hacia fuera y salir en forma de hongo. Esto crea un tapón en el otro lado, lo que aumenta la posibilidad de rotura al despegar la máscara curada.
- El material dentro de los agujeros pasantes es menos accesible si se quita la máscara en un sistema de limpieza acuoso.
- La gota de la máscara es más delgada cuando se mantiene la botella a 90°. Cuando se utiliza una máscara despegable, esta gota actúa como una cuerda de tracción, por lo que una tira más fina tiene mayor tendencia a volverse quebradiza a altas temperaturas de soldadura, y es más probable que se rompa al quitar la máscara curada.